David iba creciendo como un campeón , con esas sonrisitas, los granitos en la cara y esa inexperiencia por mi parte al ser primeriza de poder atender a esas necesidades que el iba planteando con sus lloros y mi desesperación hasta saber que era exactamente lo que le pasaba, cólicos del lactante, tardes en las que acabábamos llorando los dos, el de dolor pobrecito y yo de impotencia por no aliviarle por más piruetas que había aprendido a hacerle boca abajo y demás .
En una de esas fiebres altas lo llevamos a urgencias y ....infección de orina, te sacan fuera para pincharle la vía y tu oyendo como llora desesperadamente, tu tesorito y tu sin poder rescatarlo, que desesperación. Una semanita allí y cuando le pido a mi jefe telefónicamente que me quite los días de vacaciones, me amenaza por teléfono y me trata fatal, menudo perro, machista y mala persona, cuando yo había cuidado hasta de su hija, tremendo cabrón, así que supe que hacer cuando mi bebé pudo salir del hospital, despedirme de ese pamplinas y buscarme otro trabajo y no soportar ni un minuto más a tremendo cabrón que si no te entiende ante algo tan grave de tu bebé ya más adelante no entenderá nada y yo arriesgando mi embarazo y dándolo todo para demostrar, demostrar, y demostrar que así es como te lo pagan , supongo que la vida le habrá dado tanto cariño como el que el nos ha repartido a todos sus trabajadores, me consta que el negocio se le fue al garete , ¡qué le haremos el que amor reparte , amor recibe!
Así es que en mi nuevo trabajo hacia igual muchas horas pero afortunadamente de lunes a viernes, no disfrutaba , ni de su bañito , ni de llevarlo a la guardería, pero bueno el finde era toda para el, y nos lo pasábamos bomba era súper divertido .
Fue muy fácil criar a David, un niño muy tranquilo, divertido, lo llevábamos a todos los sitios y el sentado con sus trenecitos, íbamos de vacaciones, a comer fuera, a cenar y él como un campeón , un niño diez, lo único que no le hacía gracia era la fruta de merienda el resto un "campeoncete" para comer, dormía bien, todo fantástico .
A los tres añitos y con una fimosis aquella que había provocado una infección de orina, se tenía que operar y aprovecharían para operarle la hernia umbilical así que mi pobre nene otra vez, con su vía, y gastando ese buen humor hasta el mismo quirófano, llamando a los anestesistas y instrumentistas los teletubbies todos de verde, pobret.
Todo sale bien y mi David sigue tan alegre como siempre, para casa y salvó un poquito de infección , todo va sobre ruedas y prontito recuperamos nuestra rutina..
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