Castañada del 98 sin castañas, David había decidido que era su momento.

Aquellos dolores, como calificarlos, no me había perdido ni una revista de Mi bebe y yo, había muy poco tiempo para leer, pero al trabajar mi marido todos los fines de semana era mi momento para estirar las piernas y leer aquello que estaba por suceder, pero de repente sucede y ......que hacer.....lo primero de todo es saber decirle a tu marido ¡tranquilo pero creo que estoy con contracciones!, al final se lo digo, le digo son cada 10 minutos antes de decírtelo las he controlado y ahora tranquilamente me voy a duchar y tu mira que lo tengamos todo en la bolsa y demás, me imagino que ya le temblaban las piernas pero como yo ya estaba con lo mío, poco me podía preocupar por él la verdad, así es que cuando me venía la contracción me pillaba de aquello que tuviera al lado y cerrando los ojos me concentraba y decía para mis adentros, -ya se pasa , es cortito, ya verás Analia como dura poco- y así salí del lavabo como si no fuera conmigo la cosa demostrando que lo tenía todo controlado, avisamos a nuestros amigos que se anula nuestra cena con castañas porque la cosa parece que se adelanta 10 días a lo previsto.
Vamos a la clínica tardamos una media hora porque vivimos fuera de la ciudad y yo agarrándome de los lados, concentrándome en que mi dolor no me superaba y chas!!!! Llegamos . La comadrona me recibe y me riñe por no avisarla de mi llegada, mi inexperiencia me hace concentrarme en lo mío así es que, comprobando que no había dilatado casi y ella a punto de plegar me dice, - como esto puede durar hasta mañana te voy a pinchar un voltarén, y como tranquilamente a eso de las 6 de la mañana empezarás a notar dolores , te duchas y me llamas, y......sabía la mujer que así iba a suceder, el dolor me despertó y después de la ducha allí nos plantamos , todo estaba preparado , sin desayunar, me rompen la bolsa y todo empieza a acontecer, un cosa lleva a la otra y a las 14.00 esa cosita que llevaba dentro de mi empieza a llorar, y yo de verle y a mi marido también se le saltaban las lágrimas David, si David tanto que lo nombrábamos ya estaba con nosotros, INCREÍBLE , INSUPERABLE, y vida mucha vida, y mi chiquitín encima mío, lleno de pelo, ojito hinchados , morritos gordos, y muy llorón.